Las 11 Concesionarias de EGF tienen conciencia de la responsabilidad ambiental que viene del servicio público que prestan. Por lo que desarrollan un trabajo riguroso en la medición, control, evaluación y mitigación de los principales impactos ambientales derivados del tratamiento de los residuos urbanos, procedente de las instalaciones en explotación.
La referida monitorización cumple con los requisitos de las respectivas Licencias Ambientales para cada instalación, de acuerdo con la regulación impuesta por la Agencia Portuguesa del Ambiente y / o de entidades fiscalizadoras.
La referida monitorización cumple con los requisitos de las respectivas Licencias Ambientales para cada instalación, de acuerdo con la regulación impuesta por la Agencia Portuguesa del Ambiente y / o de entidades fiscalizadoras.
Las instalaciones de tratamiento de residuos urbanos tienen un cariz industrial en su actividad, estando sujetas a la prevención y control integrado de polución (PCIP), con estrictas obligaciones legales derivadas de las licencias ambientales de las instalaciones, así como de la legislación sectorial en vigor.
CONTROL AMBIENTAL
En la parte inferior se enumeran algunas de las mayores preocupaciones manifestadas por las comunidades en las áreas de intervención, así como las medidas de mitigación y minimización:
1. Monitorización de las unidades en la fase de explotación y posterior sellado
2. Control de lixiviados
3. Control de ruido
Después de garantizar el cumplimiento del criterio de exposición máxima y del criterio de incomodidad, se procederá a la realización de nuevos controles cuando sea necesario, en particular en los casos siguientes:
4. Control de olores y polvo
Por lo tanto, existen varias medidas para controlar este inconveniente:
CAMPAÑA ANUAL DE MONITORIZACIÓN IMPLEMENTADA
Para responder a las obligaciones legales y al control efectivo del punto de vista ambiental de las unidades es realizado anualmente un programa de monitorización, que contempla todos los impactos arriba descritos y también otros.
Para más información visite aquí.
Las aguas resultantes de la descomposición de los residuos depositados en los rellenos operados por la EGF pasan por un rígido y eficiente sistema de Tratamiento de Aguas Lixiviantes, garantizando un sistema de protección ambiental riguroso.
En algunas unidades, como en Algar, las aguas tratadas todavía se utilizan dentro del propio negocio, como en el lavado de vehículos y pavimentos de la unidad.
Aún, hay que destacar el trabajo de Valorsul junto al Instituto Hidrográfico para monitorear la calidad del agua y los sedimentos.
En este caso, la monitorización involucra varias vertientes, desde la evaluación del impacto del Circuito del Agua de Refrigeración (CAR) hasta la calidad de las aguas y de los sedimentos.
Las compañías de EGF, como operadores de los vertederos respectivos, están obligadas a enviar y enviar anualmente a la Agencia Ambiental Portuguesa (APA) un Informe Ambiental Anual (RAA).
El principal objetivo del Informe es presentar los elementos que demuestran el cumplimiento de los requisitos de la Licencia Ambiental. El monitoreo de estos requisitos y el control de estos elementos aseguran que EGF y sus compañías se aseguren de que la operación cumpla con los estándares ambientales y, por lo tanto, sigan prácticas que no degraden el medio ambiente.